Si ha notado algún signo o síntoma de que un niño tiene problemas mentales, puede que sea incómodo para él hablar de eso. Sin embargo, es muy importante, y puede ser tan fácil como ponerse en contacto con ellos y hacerles saber que se preocupa por ellos y que no están solos. Les pedimos a los terapeutas de cuidado integral (Integral Care) que nos dieran algunos consejos para entablar la conversación.
Cómo “entablar la conversación” con sus hijos
Cat Conte:
Antes de iniciar una conversación con su hijo, compruebe que usted, para estar presente, se encuentra en una situación saludable, vulnerable y conectado. Esto es fundamental para crear un espacio seguro para ambos. Cuando esté preparado, elija un momento y un lugar que le resulte cómodo y privado. Eso puede ser durante un paseo en la mañana o mientras están en el auto. Comience con una pregunta abierta o comparta una observación sobre un cambio en su comportamiento para iniciar la conversación.
- “Con todo lo que está pasando últimamente, solo quería saber cómo te va”.
- “Solo quería chequear y me preguntaba cómo estás”.
- “Mi trabajo ha estado agitado últimamente. ¿Cómo te ha ido a ti en la escuela?”.
Puede ser que en este momento estemos centrados en cuál es la respuesta “correcta”, pero una de las mejores cosas que podemos hacer por alguien que nos importa, es crear un espacio seguro para:
- Ayudarlos a detenerse y pensar.
- Hacerles saber que le importan.
- Escuchar y confirmar lo que dicen.
Recuerde que el objetivo de esta conversación no es “arreglar” a su ser querido. En lugar de dar consejos, puede decirle: “Gracias por compartir esto conmigo. ¿Qué puedo hacer para apoyarte?”.
Los niños pueden tener miedo de pedir ayuda o no estar preparados para abrirse. Si eso ocurre, hágales saber que le gustaría hablar con ellos más tarde. Si le preocupa su seguridad, comparta su preocupación con ellos y ofrezca ponerlos en contacto con ayuda profesional.
Eugene Wellington:
Aunque no existe una respuesta única para todos los casos, uno de los primeros pasos que usted puede dar es ir al encuentro de su hijo, allí donde él este. Debemos acercarnos a ellos con cuidado y sensibilidad, y estar al mismo tiempo abiertos al hecho de que puede que no estén preparados para hablar. Hablar de nuestra propia salud mental puede ser difícil; hablar con un ser querido sobre su salud mental puede serlo aún más.
Puede comenzar la conversación expresando su cariño por esa persona y luego decirle lo que ha notado sobre su estado de ánimo, sus comportamientos y sentimientos. Es importante que recordemos que no es su responsabilidad diagnosticarlos o darles una clase sobre lo que deben o no deben hacer. En su lugar, hable de lo que ha observado.
Es posible que note signos como aislamiento o retraimiento social, grandes cambios de humor, dificultad para concentrarse, ausencias en la escuela, pérdida de interés por actividades que antes disfrutaba, irritabilidad, problemas para dormir, cambios en el peso o el apetito. Esta lista no está completa. Algunas veces, podrá observar que se presenta una combinación de cosas al mismo tiempo.
A continuación, damos un ejemplo de cómo iniciar una conversación: “¡Hola, solo quería saludarte y decirte que te aprecio y que te quiero! He notado que últimamente pareces un poco decaído y que te quedas en tu habitación la mayor parte del día. ¿Te ha estado molestando algo últimamente que quisieras conversar y que te sientas cómodo hablándolo? Si no es así, está bien. Quiero que sepas que estoy aquí si en algún momento quieres hablar”.
Si le preocupa la seguridad inmediata de su hijo, llame al teléfono local de crisis de salud mental o al 911. Permanezca con ellos hasta que llegue la ayuda.
